Recordando esa sabia frase que hablaba que » nuestro alimento es nuestra mejor medicina» creamos nuestro anterior post. Pero… Si lo pensamos fríamente, nuestra alimentación puede ser una gran cura o una pesadilla. Así es. Es claramente una arma de doble filo. Es mucho más fácil de lo que pensamos que lo que metamos en nuestra boca empeora alguna de las patologías que tengamos presentes o lo que es peor, abra la puerta a otras deficiencias que todavía no tengamos y estén a nuestro al rededor. No existe patología más común en estos tiempos que los cuadros gripales y en consecuencia la tos.
Esa maldita vecina que nos acompaña a todos lados y dificulta cada una de nuestras palabras tiene una solución mucho más fácil que pensamos. No solo se trata de la incorporación de ciertos alimentos, sino que también tenemos que ser sabios y eliminar aquellos que menos necesitemos en los peores momentos.
Muchos de ellos son más comunes de los que pensamos. En posts como estos pongo en primer lugar mi experiencia como profesional, combinada con la influencia de mi gran y amada Medicina Tradicional China y otros estudios científicos que nos dejarán claro aquellos alimentos que deberemos huir durante este frío invierno.
La temperatura es la clave
Detectar que tipo de tos es será una de las claves para seleccionar aquellos alimentos que más debemos eliminar. ¿Qué tipo de tos tenemos? Tos seca, húmeda y acompañada con flemas… Ni para nosotros, ni para nuestro sistema digestivo tiene nada que ver.
Además debemos tener en cuenta otra cosa… ¿Cual es la temperatura que nos creó la tos? En otras palabras… ¿Tiritamos o sudamos?
El origen y el tipo de patología se han convertido en la base de la MTC (la Medicina Tradicional China, abreviada para perezosos). Por eso, será esencial eliminar aquellos alimentos más fríos en el caso de presentar esa tiritera tan común en estos tiempos.
Si tienes frío, huye del crudo
Así es. Cuando hablamos de alimentación fría, también incluimos los alimentos que no han pasado por calor. Según la MTC, esto es mucho más importante de lo que pensamos.
Si estamos pasando más frío últimamente, o notamos que el viento nos ha atacado de manera furtiva, ni lo pensemos. Huyamos del crudo e incorporemos únicamente comida caliente. Al vapor, horno, salteado… Da igual. Eso sí, a la hora de calentar no olvidéis aprovechar todos los nutrientes.
Por primera vez, os confesaré, que en esos momentos deberemos controlar tanto la fruta como las ensaladas, alimentos con tendencia fría que podrán incrementar nuestra tos.

Huye de ese frío de más allá del muro. No es demasiado bueno para la salud.
Si lo tuyo es el calor… Huye de los alimentos calientes
Este subtitulo podría pasar a la historia como unos de los más lógicos de la historia de los blogs. Pero es así. Aunque la alimentación siempre es más complicada de lo que pensamos.
Cuando hablamos de alimentos calientes, va mucho más allá que un plato de sopa. De hecho son ese tipo de platos, los que seguirán ayudando a nuestra tos, sea del origen que sea. Sin embargo, en esos momentos es cuando debemos huir de aquellas especies más picantes o calientes como el jengibre, las cuales aumentarán el calor y sequedad en nuestra garganta. Ahí la tos está claro que no nos abandonará.
Sobre todo en estos casos, debemos apartarnos al máximos de nuestros amigos fumadores o si hemos caído en los brazos de esa adicción, poseer cordura y evitarla durante al menos, ver que la tos reduzca considerablemente.
Cuidado con la cafeína
En la parte de los alimentos calientes que por supuesto debemos evitar, me gusta incorporar el Café y los tés. Cualquiera de estos estimulantes puede acabar influenciando de manera notable la cantidad de espasmos que tenemos en la garganta. Como consecuencia directa presentaremos mucha más tos de la que nos gustaría y no dejaremos que nuestra garganta se recupere.¡
Los alimentos que todas las personas con tos deberán eliminar de su alimentación
Existen una lista común de alimentos que no deberemos ni mirar mientras tenemos tos. Son alimentos que acaban irritando, no solo a nuestra garganta, sino a todo nuestro organismo. Sin embargo, debemos tener claro que cuando presentamos una patología así, será más necesario que nunca cerrar la boca y decir que no.
Evitar las grasas saturadas. Adiós patatas fritas.
Este tipo de alimentos puede desactivar las capacidades antiinflamatorias de nuestros organismo. Y en consecuencia, acaba afectando a la capacidad que tiene nuestro cuerpo de solucionar la tos y ese escozor de garganta.
Por ese mismo motivo, mientras nos dure la tos, deberemos rechazar al máximo los rebozados, los embutidos o la comida chatarra. Adiós McDonalds y no solo por nuestra figura.
Además si la tos viene acompañada de otras patologías como la bronquitis, puede empeorar y mucho nuestra tendencia ante esa patología.
Alimentos ricos en Cloruro de Sodio… O nuestra querida sal
La presencia de un exceso de sodio puede favorecer a una mayor retención de líquidos. Y cuando estamos hablando de nuestra garganta, eso incrementaría la capacidad de unas anginas o una mayor probabilidad de infección.
Además de secar más nuestra boca, también acabará afectando a nuestra tos, sea con base seca o una mayor presencia de flema.
La sal es demasiado peligrosa. No solo hablamos de condimentar con más o menos de nuestro mineral blanco, sino también que gran parte de los snacks y comida precocinada, contienen mucha más sal de la que la propia OMS nos recomienda comer a diario.
Así que mucho cuidado con lo que comemos y sobre todo lo que compramos.
En la tos con flema, despídete de los lácteos
Iremos hablando más adelante, pero soy de esa parte de los nutricionistas que no se declara fan aferrimo de los lácteos en general. Sobre todo de aquellos que provienen en mayor medida de la Leche de Vaca. Hablaremos de manera mucho más profunda más adelante.
Mi experiencia profesional me ha dejado claro que la falta de enzimas suficientes para gestionar la lactosa y otros productos derivados de los alimentos lácteos, acaba generando mucosidad. Y la ecuación no falla, más flema, más tos.
En nuestro tenedor tenemos la mejor cura para la tos
Está claro que tanto en este artículo como el anterior, nuestro plato de cada día será la clave para recuperarnos antes de la tos y sobre todo en la base para la prevención de cualquiera de estas.
Si queremos ahorrar en pañuelos y afonía, tenemos que comenzar a practicar una alimentación más allá que sana. Una alimentación inteligente. Y será un placer acompañaros por uno de los caminos más atractivos e impresionantes: el de la alimentación.
Recordarlo siempre, portaros bien y lo más importante, cuidad esa tos.

Nos vemos pronto!