No hay nada mejor que la satisfacción de tachar una tarea de mi lista de tareas pendientes. Ahora multiplica esa sensación por diez en los días en que tacho todos los elementos de mi lista de tareas pendientes, y puedo decir con confianza que he tenido un día productivo. Pero, por desgracia, los días de trabajo productivos no siempre son la norma. Hay muchas cosas que pueden influir en nuestra productividad, como las peticiones de última hora, las distracciones, los acontecimientos de la vida y muchas cosas más. Así que, si sabemos que ser productivas y experimentar esa sensación de logro nos hace sentir bien, nos sube la moral y nos ayuda a alcanzar nuestros objetivos, ¿cómo podemos asegurarnos de tener días más productivos? Voy a compartir varios tips para despejar tu lista de tareas pendientes con más facilidad, que te ayudarán a hacer tus cosas y a saborear la sensación de haber completado tu lista de tareas pendientes.
Tips para despejar tu lista de tareas pendientes
Mejorar tu productividad puede ser más sencillo de lo que crees. Comienza con las pequeñas cosas que puedes hacer para prepararte y preparar tu día de trabajo para el éxito. Estos son los tips para despejar tu lista de tareas pendientes.
Racionaliza tu espacio de trabajo
Un día de trabajo productivo empieza incluso antes de abrir el portátil. Para mejorar tu productividad, empieza por racionalizar tu lugar de trabajo. Esto significa hacer que el área en la que trabajas sea lo mejor posible para prepararte para el éxito.
Asegúrate de que tu escritorio está despejado. Ten todo lo que necesitas para el día al alcance de la mano, para que no tengas que levantarte constantemente a buscar cosas. Esto incluye cualquier cosa que puedas necesitar durante el día, como un cargador de ordenador, auriculares, un cuaderno y un bolígrafo. Si estás en casa, busca un espacio tranquilo que limite las distracciones. Si creas un espacio de trabajo eficiente, podrás dedicar tu tiempo a centrarte en tu lista de tareas y no en el desorden o en los objetos que necesitas.
Limita las distracciones
Limitar las distracciones en el trabajo puede ser más fácil decirlo que hacerlo. Nuestras mayores distracciones en el trabajo pueden ser exactamente lo que necesitamos para completar las tareas. Me refiero a Internet y a nuestros teléfonos. Estas distracciones hacen que sea muy fácil perder el tiempo. Ya sabes lo que pasa. Cuelgas de una llamada y, con el teléfono ahí, decides consultar las redes sociales y, treinta minutos después, te olvidas de en qué tenías que estar trabajando.
Uno de los mejores trucos de productividad para limitar las distracciones es ser consciente de cuáles son tus mayores distracciones. ¿Es tu teléfono? Genial, ponlo fuera de tu alcance cuando no lo necesites durante la jornada laboral.
Céntrate en una tarea cada vez
La multitarea es un mito. No es posible concentrarse en más de una tarea al mismo tiempo. La única forma de superar tu lista de tareas pendientes es centrarte en una tarea cada vez. Al principio de cada día, es útil identificar las tres prioridades principales.
Así que, como mínimo, identifica las tres tareas que necesitas realizar para sentir que avanzas hacia tus objetivos. Puede que no parezca que vaya a aumentar tu productividad, pero te prometo que ir despacio y con calma es el camino a seguir. Si te centras en una tarea cada vez y completas tres tareas, serás mucho más eficaz que si vas saltando de una tarea a otra y solo completas la mitad de seis tareas.
Haz primero la tarea más difícil
Si quieres aumentar tu productividad en el trabajo, haz primero la tarea más difícil de tu lista. Te sentirás muy realizada una vez que la hayas hecho y te la hayas quitado de encima. Si te cuesta ponerte manos a la obra, programa un temporizador de quince minutos. Di a ti mismo que vas a trabajar en ello durante ese tiempo y, si sigues sin sentirte bien o sin coger el ritmo, pasarás a otra cosa. Pero apuesto a que una vez que empieces, la tarea será más fácil de lo que pensabas, o estarás en un ritmo tan bueno que sólo querrás continuar y acabar.
Establece pequeños objetivos
Todos tenemos en nuestra lista de tareas pendientes proyectos que nos parecen insuperables. Los proyectos que parecen imposibles y como si hubiera tanto que hacer que no quieres hacer nada. Pero el caso es que tenemos que hacerlos, y la mejor forma de hacerlo es fijándonos pequeños objetivos y realizando pequeñas tareas. La próxima vez que no te apetezca abordar un gran proyecto de frente, detente y haz una lista de las tres primeras cosas que tienes que hacer para empezar a progresar.
Tómate descansos
Una de las mejores recetas para mejorar la productividad en el trabajo es no trabajar. Sí, has leído bien. Añadir pequeñas pausas a tu jornada puede ser la clave para conseguir hacer más cosas. Tomarte tiempo a lo largo del día para descansar y recargar las pilas también ayuda a reducir el estrés y el agotamiento, lo que conduce a una mayor felicidad a largo plazo en el trabajo. La próxima vez que te sientas abrumada o improductiva, aléjate un poco del trabajo y da un paseo o medita un poco.
Utiliza bloques de tiempo
¿Has oído hablar de la técnica Pomodoro? Se trata de una técnica de gestión del tiempo en la que se trabaja durante veinticinco minutos, se hace una pausa de cinco minutos y se repite. Estos intervalos de tiempo te ayudan a concentrarte en tareas específicas durante un breve periodo de tiempo para que puedas avanzar con fuerza en tu lista de tareas pendientes.