Probablemente, en algún momento de tu día a día te habrás sentido completamente agotada de toda energía y sólo quieres tirarte en el sofá una vez que llegues a casa. Es normal, después de pasar ocho horas mirando una pantalla, puede ser difícil sentirse motivada para hacer otra cosa. Pensando en esos momentos irracionales de baja energía, treamos algunos tips para desestresarse después de un día agotador para que vuelvas a ser tú mejor versión en minutos.
Tips para desestresarse después de un día agotador
Si estás buscando formas de relajarte después del trabajo, no busques más.
Sigue leyendo para conocer algunos tips para desestresarse después de un día agotador que te harán sentir mucho mejor, ya lo verás.
Come bocadillos ricos en nutrientes
Entre el final de la jornada de trabajo y la hora de la cena, ten vendría bien un bocadillo pero que sea nutritivo.Se recomienda combinar hidratos de carbono de digestión lenta, proteínas y grasas saludables para obtener un tentempié rico en nutrientes que te ayude a empezar la noche. Las frutas, los frutos secos y el yogur son tu mejor opción.
Sin embargo, a veces, todo lo que necesitas en un gran vaso de agua. Para darle un toque extra, prueba a añadir el agua con limón, bayas o hierbas frescas, como la menta. Disfrutar de una buena taza de té (descafeinado) también puede indicar que la jornada laboral ha terminado y que es hora de relajarte.
Dedica tiempo a moverte
Estar sentada durante largos periodos de tiempo se ha relacionado con muchos problemas de salud (por ejemplo, obesidad, presión arterial alta, hiperglucemia y niveles de colesterol poco saludables). Considera el final de tu jornada laboral como un buen momento para ponerte en movimiento antes de continuar con la noche, aunque sólo sean unos minutos. Prueba estos estiramientos o sal a dar un paseo.
Dedícate a un pasatiempo anti-estrés
Si hay una forma segura de olvidarte del trabajo, es hacer algo que realmente te guste. Las aficiones nos permiten desestresarnos a la vez que nos dan una salida creativa. Además, pueden ayudarte a rendir mejor en el trabajo y a conectar con otras personas que comparten tus mismos intereses. Dedica unos minutos después del trabajo a hacer algo que te guste, ya sea caligrafía, jardinería o cocina.
Desarrolla la atención plena
Una de las mejores cosas que puedes hacer después de un largo día de trabajo es concentrarte en el presente. Puedes empezar pensando en tu salud física, mental y emocional y en lo que necesitas. Esta breve pausa puede ayudar a priorizar volver a centrarse y establecer intenciones después de un largo día de trabajo. Piensa en ti, en cada aspecto, repasa cómo te sientes, sé consciente de ti misma.
Cuando vas de una tarea a otra y te interrumpen constantemente las notificaciones del correo electrónico, es fácil sentirse sobreestimulada. Una práctica rápida y sencilla de la atención plena es comprobar cómo estás.
Deslígate físicamente del lugar de trabajo
Esto aplica si trabajas en una oficina o en casa: es importante crear un espacio físico entre tu espacio de trabajo y tu vida doméstica. Si te diriges a tu lugar de trabajo, el mismo tiempo de viaje puede servir de amortiguador físico.
Así es, mientras te trasladas puede escuchar tu podcast favorito o llamar a un ser querido. Ahora, si estás a cinco pasos de tu sofá, crea un límite colocando tu lugar de trabajo en una habitación separada o recogiendo el ordenador al final del día. Si crees que eso no es posible, considera cubrir tu espacio de trabajo con una manta u ocultarlo con un parabán, para crear un recordatorio visual de que has terminado por hoy.
Escribe tus vivencias en un diario
Se ha demostrado que escribir un diario reduce el estrés y te ayuda a procesar tus emociones, lo que significa que sacar tiempo para anotar algunos pensamientos o algo por lo que estás agradecida al final del día puede ayudarte a descomprimirte.
Evita el (ab)uso de pantallas
Puede ser cualquier cosa, desde tomarse el tiempo de mirar a tu alrededor o completar una tarea doméstica, como hacer por fin la colada. Elijas lo que elijas, tus ojos te lo agradecerán. Y es que mirar fijamente una pantalla durante horas puede provocar síntomas como sequedad ocular, fatiga visual, dolores de cabeza y cuello, por nombrar sólo algunos. Para un estímulo instantáneo después del trabajo, intenta hacer algo que no implique una pantalla.
Trabaja la respiración
Cuando se trata de levantar energías después del trabajo, intenta hacer respiraciones largas y profundas con el pecho y el estómago expandiéndose al inhalar. Repite esto durante 1-2 minutos y te sentirás más relajado. La respiración no sólo ayuda a desestresarte, sino que también puede mejorar el estado de ánimo e incluso ayudar a reducir la inflamación.
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Si hay algo en lo que podemos trabajar en la vida, es nuestra respiración. Y después de un día largo y estresante, respirar profundamente unas cuantas veces (o muchas, mejor) puede ser justo lo que necesitamos para restablecernos y revitalizarnos.
Sal al exterior
Cuando termines en el trabajo, considéralo tu batiseñal para salir al exterior (si el tiempo lo permite) y aprovechar los beneficios de la naturaleza.
Para nadie es un secreto que pasar tiempo al aire libre tiene muchos beneficios para la salud en general, como reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y reforzar el sistema inmunitario. Y no hay nada que restablezca la mente y el cuerpo como un soplo de aire fresco.