¿Te has sentido estresada y ansiosa por las mañanas últimamente? ¿Tu ansiedad comienza en el momento en que abres los ojos y haces pequeñas tareas diarias que te asustan? Si esto te suena familiar, no estás sola. Muchas personas pasan por esta situación en algún momento de su vida. Aunque el estrés se ha convertido en una parte integral de nuestras vidas, si experimentas irritabilidad, exceso de preocupación y nerviosismo por la mañana, hay muchas posibilidades de que tengas ansiedad matutina. Hay muchas maneras de reducir los síntomas de la ansiedad matutina y una de las formas que me ayudó a calmar mi ansiedad fue tener una rutina para reducir la ansiedad cada mañana.

Rutina para reducir la ansiedad cada mañana

Las rutinas matutinas productivas son excelentes, pero no te ayudan cuando ya te sientes ansiosa. Entonces, aquí hay algunas ideas para incluir en tu rutina para reducir la ansiedad cada mañana.

Mira el amanecer

Comienza tu día viendo el amanecer. Es hermoso y tranquilo. Los amaneceres son serenos y tranquilos, por lo tanto, el momento perfecto para que comiences tu mañana.

Cuando te levantas tarde, no tienes tiempo para hacer muchas cosas, lo que aumenta el estrés. Despierta un poco más temprano que el resto de las personas en tu casa y disfruta de un momento de tranquilidad para ti.

Además, tendrás suficiente tiempo para hacer cosas relajantes para calmar tu ansiedad matutina.

Usa afirmaciones

¡Las afirmaciones son poderosas! Las palabras tienen poder. Todos los pensamientos negativos que pasan por tu mente no son más que palabras negativas. Reemplaza estas palabras negativas con afirmaciones positivas.

Repite conscientemente las afirmaciones y pronto se convertirá en tu realidad. Las afirmaciones funcionan solo cuando crees en lo que dices. Cuando tu pensamiento no coincide con tus palabras, la mente se confunde. Entonces, piensa en positivo y habla en positivo.

Asegúrate de usar el tiempo presente en tus afirmaciones. Por ejemplo, en lugar de decir “seré feliz”, di “soy feliz”.

Cuando seas nueva en las afirmaciones, di lo que creas que es posible. No te mientas a ti misma. No empieces diciendo “Tengo todo bajo control”. Comienza con algo pequeño como “Estoy tranquila” o “Mis pensamientos no me controlan” y poco a poco busca afirmaciones más fuertes.

Algunas de las afirmaciones para reducir tu ansiedad matutina son:

  • Confío en el proceso de la vida.
  • Estoy protegido
  • Las cosas suceden por algo.
  • Estoy en paz.
  • Me siento calmada.

Dúchate

Hay algo tan relajante en las duchas calientes. No solo relaja los músculos, sino que el sonido de las gotas de agua calman la mente.

Una buena ducha caliente es mi forma número uno de relajarme cuando me siento ansiosa. Muchas personas argumentan que el agua caliente despoja a la piel de su humedad natural y, por lo tanto, es una mala idea darse una ducha caliente. Pero, para mí, renunciar a una ducha caliente no es una opción.

Claro, mi piel se seca, pero ese problema se resuelve fácilmente con una buena crema hidratante. Mi salud mental es más importante que cualquier otra cosa.

También uso aceites esenciales en mi ducha siempre que puedo. Cuando no tengo aceites esenciales a mano, prefiero usar un gel de ducha fragante.

Haz ejercicios de respiración

Respirar es un proceso natural y continuo que hacemos cada minuto sin previo aviso. Pero es posible que te hayas dado cuenta de que tu patrón de respiración y tu frecuencia respiratoria cambian cuando hay un cambio en las emociones. Por ejemplo, respiras más rápido cuando estás enojada y más lento cuando estás tranquila.

Las respiraciones profundas le dan a tu cerebro la señal para que se calme y, por lo tanto, los ejercicios de respiración profunda son imprescindibles para incluir en tu rutina matutina relajante.

Hay muchos ejercicios de respiración que puedes hacer para reducir tu ansiedad matutina. Cíñete a los que más te ayuden.

Bebe agua y come un desayuno saludable

Bebe un vaso de agua después de despertarte. Tu cuerpo está deshidratado por la mañana. Necesita agua y no una taza de café.

Evita desayunar con prisas. Reserva al menos 20 a 30 minutos para desayunar. Mastica bien la comida y come con atención.

La digestión tiene una conexión directa con cómo te sientes emocionalmente. Si comes alimentos procesados ​​y difíciles de digerir por la mañana, te sientes inquieto y letárgico, lo que aumenta tu nivel de ansiedad.

Saltarte el desayuno por completo aumenta la ansiedad matutina. No desayunar significa bajo nivel de azúcar en la sangre, lo que de hecho te pone ansiosa.

No hagas nada

Sí, has leído bien. ¡No hagas nada! Durante unos minutos por la mañana, siéntate quieto y no hagas nada.

Búscate un lugar cómodo y toma conciencia de tu entorno. Dale un descanso a tu mente y dale un respiro a tus pensamientos enfocándote más en tus sentidos.

Si te ayuda, cierra los ojos y percibe el olor en la habitación o trata de identificar los sonidos que puedes escuchar porque es muy silencioso.

Si se te ocurre un pensamiento, aléjalo y concéntrate en tus cinco sentidos.

Visualiza tu día

No dejes que una larga lista de cosas por hacer te asuste. Prioriza tus tareas del día y concéntrate solo en un par de cosas. No todo en esa lista es importante.

Ahora visualiza tu día. Imagínate haciendo todo el trabajo y teniendo una rutina diaria ideal sin estar ansiosa o estresado.

Incluso si crees que no estarás tan tranquila durante el día, imagínate a ti misma lo más tranquila y sereno que puedas.

Es tu imaginación, tus pensamientos y tu mente. Puedes controlarlo.

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