¿La química romántica existe? Piensa en esto: Alguien entra en una habitación y reaccionas de inmediato. Las palmas de tus manos sudan, los latidos de tu corazón se aceleran, te sonrojas y quizá tartamudeas o tiemblas. Entonces, una vez que haya desaparecido de tu vista, no podrá sacarlo de su mente. Es como si te hubieran lanzado un hechizo.
Todo en ellos se siente bien, la forma en que se ven, huelen y saben. Si esta intensa atracción es mutua, el tiempo parece detenerse cuando estás con esta otra persona. Pero ¿por qué? ¿Qué es la química romántica? ¿Por qué la sentimos con algunas personas y no con otras?
La química romántica es un tema científico
Aunque la palabra «química», que se refiere a una chispa romántica y sexual, no es un término científico oficial, el fenómeno está respaldado por la ciencia. Aquí hay algunas pruebas: Helen Fisher, Ph.D., investigadora principal del Instituto Kinsey y autora de Anatomy of Love, observó los resultados de resonancia magnética de 17 sujetos que estaban profundamente enamorados.
Cuando los sujetos miraron fotografías de sus seres queridos, las resonancias magnéticas resultantes mostraron que las áreas de sus cerebros asociadas con la recompensa y la motivación y ricas en la dopamina química estaban activadas. Entonces, explica la Dra. Fisher, «cuando las personas dicen que tienen química con alguien, están siendo precisas».
La química también es difícil de predecir
Si tan solo hubiera una manera de predecir con quién tendremos química, las citas serían mucho más fáciles. Desafortunadamente, la mayoría de nosotros no podemos prever lo que encontraremos fascinante. De hecho, los estudios de citas rápidas han encontrado que las personas a menudo no eligen a personas con los rasgos que incluirían en sus listas de deseos.
Aunque es un misterio, la Dr. Fisher ha descubierto una forma respaldada por la ciencia de comprender, al menos parcialmente, por qué tenemos química con algunas personas en lugar de con otras. A partir de sus estudios del cerebro, ha encontrado cuatro estilos básicos de pensamiento y comportamiento relacionados con cuatro sistemas cerebrales diferentes: La dopamina, la serotonina, el estrógeno y la testosterona. “Cada sistema está asociado biológicamente con una constelación de rasgos de personalidad”, dice ella.
Basado en datos de su estudio de 40.000 solteros, investigación para su libro, ¿Por qué él? ¿Por qué ella? – descubrió que los hombres y mujeres dominantes en los rasgos de la dopamina (incluida la búsqueda de novedades y riesgos, la curiosidad, la creatividad y la energía) se sienten atraídos por personas como ellos. Lo mismo ocurre con los que dominan la serotonina, que tienden a ser cautelosos, tradicionales, respetuosos de la autoridad y de seguir las reglas. «En estos casos, la similitud atrae», dice la Dr. Fisher.
Mientras tanto, aquellos que tienen un alto contenido de testosterona tienden a ser analíticos, lógicos, directos, decisivos, de mente dura y escépticos, y más atraídos por aquellos que son dominantes en los rasgos relacionados con el estrógeno, sus opuestos. Los hombres y mujeres que dominan el estrógeno tienden a ser imaginativos, empáticos, confiados y emocionalmente expresivos, así como a los que tienen un alto contenido de testosterona, y también a sus opuestos.
Dicho esto, la Dr. Fisher señala que todos tenemos rasgos en los cuatro sistemas. “Solo cuando ves la combinación completa de rasgos en ambos socios puedes comenzar a predecir tu compatibilidad”, dice ella.
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Pero la química romántica no es toda la historia
La química tiende a ser una plataforma de lanzamiento para las relaciones. La química abre la puerta, pero es lo que hacemos con ella después lo que determina si la relación llegará a algo.
Para que las relaciones progresen más allá de la intensa atracción inicial, deben seguir la confianza y el compromiso. La confianza es saber que tu pareja está ahí para ti y es alguien con quien puedes contar. El compromiso es saber que no hay nadie más con quien preferirías estar, y viceversa. Las relaciones suelen comenzar con la química, pero necesitan más para funcionar.
Aunque la química puede conducir a relaciones exitosas, debe tomarse con cautela. Después de todo, la química y la compatibilidad son dos cosas diferentes y, a veces, las personas por las que sentimos una atracción abrumadora no son adecuadas para nosotros a largo plazo. Las personas pueden meterse en problemas si se apresuran a comprometerse con alguien cuando priorizan química sobre intereses y valores compartidos. En cambio, la gente debería tratar de encontrar el equilibrio adecuado entre la química y la compatibilidad, al buscar una pareja a largo plazo.