Los ejercicios de respiración pueden calmar el torrente de pensamientos que corren por tu mente y aliviar cualquier tensión, negatividad, ansiedad y estrés que estos creen. Además, te permiten concentrarte en el aquí y en el ahora, y mantener tu atención enfocada.
Los beneficios de tomar respiraciones profundas
Es probable que hayas escuchado a alguien de “respirar profundo” cuando está a punto de dar malas noticias o si estás agitada, pero, ¿por qué?
La respiración controlada y enfocada le indica a tu cerebro que se calme y se relaje. De hecho, ayuda a aliviar el estrés y la ansiedad, disminuir la presión arterial, además de mejorar la digestión e incluso estimular el sistema inmunológico.
Ejercicios de respiración en su forma más simple
Los ejercicios de respiración pueden ser tan básicos como concentrarse en respirar profunda, lenta y naturalmente, inhalando y exhalando rítmicamente. Siéntate derecha, con una postura buena pero no rígida. Relaja los hombros y la mandíbula (manteniendo la boca cerrada, sin tensión ni presión sobre la articulación de la mandíbula), luego, si es posible, toma varias respiraciones lentas y profundas por la nariz.
Observa cómo se siente tu cuerpo. Si hay puntos tensos, relaja esos músculos y luego incorpórate. Si tu mente divaga, enfócate en reconocer las sensaciones, pensamientos o sentimientos, luego suéltalos suavemente y guía tu atención nuevamente a la respiración.
¿Cómo te sentiste al hacer esto? Bastante bien, ¿verdad? Echa un vistazo a los tres ejercicios de respiración fáciles que te contamos a continuación, para aprender a controlar tu respiración y mejorar tu salud y estado de ánimo.
Respiración equitativa
La respiración equitativa es similar a la respiración controlada básica anterior, pero hay algo de conteo involucrado. Inhala y exhala por la nariz por cuatro segundos cada uno. Una vez que consigas esto, prueba de seis a ocho segundos por respiración.
Técnica 4-7-8
Esta técnica tiene como objetivo reducir la ansiedad y ayudarte a conciliar el sueño. Comienza separando ligeramente los labios y haciendo un silbido, mientras exhalas por la boca. Luego cierra los labios e inhala por la nariz, mientras cuentas mentalmente hasta cuatro. Aguanta la respiración durante siete segundos y luego exhala a través de los labios, separados durante ocho segundos. Repite varias veces.
Técnica 7-11
La técnica 7-11 puede calmar tu mente y disminuir la presión arterial. Inhala lentamente desde el diafragma inferior, durante siete segundos. Luego exhala de forma pausada, contando hasta 11. Deberías sentir que tus hombros y cuello se relajan. Repite varias veces.
¿Sientes la diferencia?
Ya sea que uses una combinación de estas técnicas, prefieras una sobre la otra, o elijas uno de los muchos métodos diferentes que se encuentran en línea, practicar los ejercicios de respiración diariamente te harán sentir mejor. Y cada vez que sientas tensión, ansiedad, estrés, pánico o ira, úsalos como una herramienta para mantener la calma.