Aunque no te consideres una «persona mañanera«, las primeras horas antes de que empieces el día pueden ser una gran oportunidad para el autocuidado, el bienestar, la creatividad, la reflexión y la productividad. Tu rutina matutina y lo que haces nada más levantarte es importante, porque la forma en que pasas la mañana puede prepararte para el éxito el resto del día. Veamos estos hábitos matutinos para ahorrar tiempo en las mañanas.

Para tu información, no es necesario que marques todos los puntos de la lista cada día para considerarte «saludable«. El objetivo es ofrecerte inspiración para que des prioridad a tu salud, conviertas la felicidad en una rutina y saques el máximo partido a tus mañanas, sea como sea.

Hábitos matutinos para ahorrar tiempo en las mañanas

Utiliza estos hábitos matutinos para ahorrar tiempo en las mañanas para experimentar o adaptar a tu rutina matutina de la forma que mejor te parezca.

Bebe un gran vaso de agua

Beber más agua es una de las mejores cosas que puedes hacer por tu cuerpo. Especialmente después de dormir toda la noche, es importante rehidratarse nada más levantarte como parte de la rutina matutina para sentirte con más energía.

Antes de tomarte un café, comer algo o ducharte, haz que rehidratar tu cuerpo lo antes posible forma parte de tu repertorio matutino habitual para evitar sentirte perezosa o cansada.

Conecta con alguien a quien quieras

Estamos a favor de pasar tiempo a solas, pero conectar con las personas que quieres también es una parte crucial de tu rutina de autocuidado. Conectar a primera hora de la mañana te hará sentirte bien durante todo el día y te ayudará a recordar que el objetivo de la vida es disfrutarla.

Come (o prepárate) un desayuno saludable

El desayuno es una oportunidad crucial para ingerir más nutrientes y darle a tu cuerpo energía para afrontar el día. Si no te apetece comer nada más levantarte, no te preocupes. Siempre puedes comer algo más tarde por la mañana cuando tengas hambre, pero procura no pasar directamente a la comida.

Establece una rutina de cuidado de la piel y cúmplela

Así que haces ejercicio, comes bien y bebes agua, pero no olvides cuidar también tu piel. Sólo necesitas una rutina rápida, pero si te sobra tiempo o te gusta darte un capricho extra, ponte una mascarilla facial o date un masaje con aceite mientras te lavas los dientes.

Cuidarás de tu piel a largo plazo y obtendrás beneficios inmediatos para el resto del día. Y recuerda que no sólo la piel del escote es importante. Cuida el resto del cuerpo con lociones o aceites corporales hidratantes.

Haz una lista de tareas

Es fácil empezar el día con la cabeza en blanco por todo lo que tienes que hacer. Detente, respira y empieza a escribir. Escribirlo todo en un papel te facilitará centrarte en una tarea y sentirte menos abrumada. No olvides también priorizar los objetivos vitales. Por supuesto, siempre tendrás que hacer las tareas domésticas mundanas o las tareas tediosas, pero averigua dónde puedes subcontratar esos elementos y prioriza lo que te acercará primero a tus objetivos.

Mueve tu cuerpo

Además de ayudarte a sentirte realizada, añadir un entrenamiento a tu rutina matutina ayudará a tu cuerpo a sentirse más despierto, con más energía y productivo a lo largo del día. Pero no te preocupes: si no tienes tiempo (o energía) para salir a correr, hacer una clase de fitness o ir al gimnasio antes de las 8 de la mañana, no necesitas un entrenamiento completo para obtener beneficios. Prueba a dar un paseo al aire libre, hacer una sesión rápida de yoga para mover el cuerpo o estirarte para calentar los músculos.

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Limpia una zona de tu casa

Lo entendemos. ¿Quién quiere hacer tareas antes de un largo día de trabajo? No te estamos sugiriendo que saques el cubo de la fregona o que limpies a fondo una habitación entera a primera hora de la mañana. En menos de 15 minutos puedes conseguir un gran impacto guardando la colada, limpiando la encimera o descargando el lavavajillas. Además, no estarás postergando más tareas para hacer más tarde.

No mires el móvil

Si lo primero que haces después de que suene el despertador es mirar el correo electrónico o responder a los mensajes de texto, necesitamos hablar. Empiezas el día reaccionando a lo que los demás necesitan de ti en lugar de darte tiempo para centrarte en lo que tú necesitas.

Mantente alejada de las redes sociales, no revises tu correo electrónico e ignora las alertas de mensajes de texto durante al menos media después de despertarte.

Pon el despertador unos minutos antes de lo necesario

Puede que tengas un control limitado sobre tus mañanas (como una hora temprana de entrada al trabajo o un niño al que cuidar), así que despertarte sólo diez minutos antes de lo necesario te ayudará a sentirte más en control y tranquila durante todo el día.

Prepare la comida o la cena

Comer sano requiere reflexión y preparación. Si esperas a estar hambrienta para pensar en tu próxima comida, es más probable que vayas a por comida rápida o calientes algo del congelador. Si sólo tienes un minuto, planifica lo que vas a comer el resto del día, igual que planificas tu calendario y tu lista de tareas.

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