Echaba de menos hablar de nutrición, y que mejor manera de comenzar a cuidarse este año que con uno de los suplementos, o superalimentos que más está en boca de todos: La espirulina. Este polvo verde es capaz de darnos mucho más de lo que pensamos y es un descubrimiento que aunque llevamos escuchando muchos años, no le acabamos de dar provecho en nuestro día a día.
La espirulina es una microalga que se ha consumido durante siglos debido a su alto valor nutritivo y supuestos beneficios para la salud. Hablamos de supuestos, porque nos subimos demasiado rápido a cualquier moda, sin conocer a fondo qué estamos consumiendo. Por eso, desde acuatrolados, queremos inundaros de conocimiento y ante todo que disfrutéis de nuestra mejor medicina, la alimentación.
¿Donde obtenemos la espirulina?
Está claro que si hablamos de ella como un alga, no la buscaremos bajo tierra. Por eso es que este alga azul-verde crece de forma natural en los océanos y lagos salados en climas subtropicales. Tranquilos, también la podéis encontrar en dietéticas.
La espirulina crece en espirales microscópicas, lo que le da un diseño atractivo y suele estar juntas, lo que facilita su «cosecha».
La verdad sobre la Espirulina
Muchas personas promueven la espirulina como tratamiento para una variedad de cuestiones metabólicas y la salud del corazón, incluyendo la pérdida de peso, la diabetes y el colesterol alto. Todo esto citado por los Institutos Nacionales de la Salud (NIH). También se han visto relaciones con la ayuda en diferentes transtornos mentales y emocionales como ansiedad, el estrés, la depresión y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
Vale mis queridos lectores, todo eso es la teoría, pero… ¿Qué es lo que realmente hace la espirulina? La respuesta es fácil. No existe suficiente evidencia científica. Son palabras que nos entristecen, pero nos hacen tocar el suelo y ser realistas.
Sin embargo, si algo tenemos claro son los componentes de la Espirulina: Contiene cantidades significativas de calcio , niacina, potasio, magnesio, vitaminas del complejo B y hierro. También cuenta con aminoácidos esenciales, algo esencial cuando se lleva una alimentación vegana.
Como en muchos alimentos y suplementación, necesitamos un exceso de estudios, que acaben de afirmar algo… Pero queda claro que la espirulina es un alimento diferente, y tiene importantes capacidades. No debemos olvidar las que puntualizaremos a continuación.
Es un gran antioxidante
Existen claras pruebas que ante patologías o hábitos que favorezcan la inflamación y la oxidación celular, la espirulina es un gran aliado. Ante todo porque es capaz de reducir los efectos de los radicales libres gracias a su potencia antioxidante.
En un estudio realizado en india, de una muestra de 87 personas adictas a masticar tabaco, el 45% de los suplementados con espirulina pudieron ver una regresión de las lesiones, mientras que solo un 7% del grupo placebo lo consiguió. El resumen de 1995 publicado en la revista Nutrición y Cáncer, nos habla más sobre este estudio.
Los deportistas no se quedan cortos
También es un gran aliado para los deportistas. Está claro que realizar deporte acaba generando una fatiga muscular, tan dulce como dolorosa. Componentes presentes en la espirulina como compuestos fenólicos, ficocianinas, tocoferoles y beta-caroteno, ayudan a disminuir todos los efectos «secundarios» del deporte. Es muy interesante la publicación de un estudio de 2010 publicado en Medicina & Science in Sports & Exercise. Allí nos habla sobre la progresión de nueve corredores durante más de 4 semanas. Aquellos que suplementaron con espirulina notaron menor fatiga muscular que el grupo control o el placebo.
Un punto aparte para el colesterol
Existen ciertas afirmaciónes sobre el efecto de la espirulina para reducir el colesterol y la presencia de triglicéridos. Sin embargo, la mayoría de los ensayos en humanos que investigan estos efectos se han limitado a estudios de menos de 100 personas, y muchos no tienen un grupo de control de las personas que toman un placebo. Algo que todavía hace corto anunciar a los cuatro vientos dichas propiedades.
Eso sí, los médicos reconocen que las enfermedades del corazón no es sólo son unos números o cantidades relacionadas con el colesterol y triglicéridos altos. También es una enfermedad inflamatoria crónica. Según una revisión de julio de 2010, Cardiovascular Therapeutics, la espirulina puede entonces ayudar a controlar y prevenir las enfermedades del corazón a través de propiedades antioxidantes. Pero de nuevo nos encontramos con el mismo problema. La falta de estudios.
No olvidemos sus proteínas
El alga espirulina es 65% proteína vegetal completa altamente digerible. Además aporta aquellos aminoácidos esenciales, 8 en total. Para que os hagáis una idea de la importancia de obtener proteínas, sobre todo cuando huimos de la carne. Al mismo tiempo es mucho más fácil de absorber, algo que nos tranquiliza.
Es rica en triptófano uno de los 10 aminoácidos esenciales que el organismo utiliza para sintetizar las proteínas que necesita. Es totalmente conocido por la habilidad que tiene para fortalecer al sistema nervioso y aportarnos un estado de bienestar que tanto se necesita en la sociedad estresada que nos ha tocado vivir. Ayuda a reducir depresión y trastornos de ansiedad. ¿Quién no necesita una ayuda a nivel anímico?
La riqueza de vitaminas del grupo B, la convierten en algo necesario para todo vegano o vegetariano, sobre todo los primeros, no nos olvidemos de la importancia de la Vitamina B12.
Ante la duda la vida es mejor en verde
Es verdad que todavía existen muchos estudios por afirmar, muchas utilidades que certificar a base de grandes estudios. Sin embargo, ya tenemos las pruebas suficientes como para observar las capacidades de la espirulina y ante todo como alimento bajo en calorías y rico en nutrientes es algo que todos debemos probar…
¿No sabemos como introducirlo a nuestras alimentación?Pues tranquilos que en próximos post, hablaremos sobre recetas en la red que nos inunden de ideas para introducir esta maravilla verde a nuestro día a día.
Recordad… Portaros bien. Y siempre, siempre, disfrutad de una buena alimentación.
Hasta pronto. Un placer enorme escribir para vosotros.