Os he de confesar un alto secreto. No tenía pensado realizar la crítica de esta serie. En mi enloquecida pasión por Netflix y sus totalmente aleatorias novedades, quise probar un bocado aparentemente diferente. Y no siempre todos los platos son buenos en un restaurante. Está claro que Glitch es consciente que es pequeña, que no dará que hablar pero ante la falta de un a crítica con pies y cabezas en el basto mundo de las redes, me vi obligado a agarrar con cariño el teclado y escribir para vosotros. Lo siento, no tengo remedio.
En cuanto os explique el argumento, chascaréis vuestros dedos y diréis esta serie ya me suena. Glitch acaba siendo una mezcla, o como les gusta llamar, un homenaje entre the revenants (los renacidos) y mi amada The Leftovers. Si habéis visto cualquiera de las dos, ya os podéis hacer la idea que no es una serie de humor. Más bien, el ambiente triste, reflexivo e incluso depresivo inunda los fotogramas. Y cuando se hace con gusto, con clase, te hace pensar y me gusta. Este mes ha llegado esta novedad que quiero analizar con vosotros. ¿Recomendable? Estoy seguro de que vosotros mismos llegaréis a la conclusión.
Yoorana, levántate y sal
Nos encontramos en la ciudad fictica de Yoorana, en Australia. soy el primero que pensaba que era una ciudad real, pero IMDB me ha aclarado que no. James Hayes (Patrick Brammall) es un policía, en el pequeño (e inhabitado, no salen más que nuestros personajes) pueblo australiano. Es llamado para una emergencia y sabéis que encuentran. Que por un misterioso misterio (valga la redundancia y el argumento de nuestra Glitch), se encuentra que ni nada más ni nada menos que 6 personas… Han resucitado. No, no es una película de zombies, guardad vuestras ballestas, que por hoy no será necesaria.
Ellos no recuerdan nada de su pasado… o tal vez sí. La serie habla sobre la historia de cada uno de ellos. Un punto diferente es su conexión de ficticios personajes históricos (Fitzgerald me la ha colado, pensaba que existía, un supuesto alcalde europeo colono australiano), con otros recién fallecidos. Y la relación que tienen con las personas que marcaron su vida y que todavía están vivos.
Se mueve realmente poco en 6 capítulos
Nuestros personajes no tienen ningún tipo de prisa. Está claro, que el haber resucitado es un gran punto. Pero que el ritmo de la serie, no sea simplemente lento, es prácticamente una balada en cámara lenta. En los primeros capítulos te mantiene despierto, en el resto, envía tu concentración bajo tierra. La falta de un desarrollo en los personajes, de una motivación exactamente igual en la mayoría de ellos. La presencia de las mayores casualidades que he visto desde hace mucho tiempo en alguna serie, convierte a Glitch en un salto de fe. Y creedme, con ese salto llegamos a la tierra de los canguros.
Lo único que realmente nos llama la atención es el triángulo imposible. Nuestro protagonista, una persona resucitada y su actual mujer. No quiero decir más porque sé que más de uno le llamará la atención. Es el único motivo que me ha hecho ver la serie hasta el final. Imagino que vuestras pequeñas cabecitas ya sabrán quien es la persona resucitada. De hecho sale en el trailer (Genius), pero odio que me chafen lo más mínimo de una película/serie y no seré quien para generar tal odio en vuestro corazones.
Existen historias «paralelas» que acaban por desconectarte de Glitch y creo que ese es el peor error de una serie. Varios de los Glitcheados o resucitados, no entran en el juego y son de relleno. En 6 capítulos no se puede permitir perder el tiempo. Lo siento.
Todo tiene una parte positiva. Tú escoges
Realmente, si me tengo que quedar con alguna de las partes de esta serie, sin falta me quedo con las decisiones. ¿Las decisiones? Que profundo te pones… Así es. Me encantan las series que me hacen cuestionarme… ¿Qué harías tú? Leftovers es el mayor ejemplo de un quéharíastú (toma palabra nueva) bien hecho. Bajo mi punto de vista, el triángulo antes comentado me ha hecho pensar y estés más o menos de acuerdo con el plano policía protagonista, la situación que han creado los guionistas me llena y hace conectar las pocas neuronas todavía servibles.
Además, como toda las series con el sello Netflix tiene calidad. Calidad en su imagen, en su fotografía. Es solvente. No busca lucirse, busca transmitir mensajes de manera correcta y con sus trucos. Eso sí, me enseña poco, se mueve poco en el pueblo y para ser una de las nuevas incursiones de Netflix en Australia, se me queda corta. La sensación de pueblo pequeño es clara. Si la querían transmitir la han clavado.
La música brilla por su ausencia. Acumulaba últimamente series con una calidad sonora espectacular y de nuevo arrastro otras que me están bajando el listón. Necesito recuperar mis oídos, digo mientras escucho Spotify en cantidades industriales.
Desde luego, Glitch no me ha devuelto a la vida
Buscando el origen de la palabra Glitch, me ha quedado claro que no podía estar más acertada. Se suele usar en un fallo informático, en alguna cosa que no debería pasar. Las bases son buenas, pero ocurre un problema. Deciden buscar una fórmula que a día de hoy está exprimida, sin un antagonista (bueno, al menos lo han intentado). Un Glitch en toda regla. Recomiendo que si no habéis visto las series antes citadas les deis una oportunidad. A esta… Son 6 capítulos, se acaba rápido, pero no os levantará del asiento. Para ver mientras esperáis otros estrenos. Pero con muchos otros títulos en la parrilla, mejor dejadla para más adelante. Eso sí, si sois como yo, unos insaciables devoradores de Netflix, adelante, no os arrepentiréis.
Con estas palabras, me despido, espero que al menos la crítica sí que haya removido vuestros majísimos corazones.
Nos vemos pronto, os lo prometo 🙂
Y recordad todos, portaros bien.