La pérdida de peso a menudo se siente frustrante e imposible, y el hecho de que relacionemos el peso con la autoestima hace que sea emocionalmente agotador. Al igual que tú, estoy harta de la confusión que rodea a la pérdida de peso y de los consejos que nunca funcionan. Por eso, para ayudarte a alcanzar tu peso más saludable de una vez por todas, vamos a ver cuáles son esos consejos efectivos para perder peso.
Tu peso no dice nada sobre tu salud o tu valía. Hay muchas formas de sentirse sano (en lugar de sólo parecerlo) y de mejorar el amor propio que no tienen nada que ver con cambiar el aspecto físico (porque eso es contraproducente).
Sin embargo, si la pérdida de peso es un objetivo porque te sientes fuera de contacto con tu cuerpo, te falta energía o porque te lo ha recomendado tu médico para mejorar tu salud, tampoco pasa nada. Dejemos de juzgar a todas las mujeres por sus objetivos de salud y centrémonos en lo que nos hará sentir mejor, ya sea ganar peso, perderlo o no cambiar nada.
Consejos efectivos para perder peso
Si tus objetivos para 2023 tienen que ver con el peso, sigue leyendo para conocer los consejos efectivos para perder peso.
Mantente nutrida
Para simplificar las cosas, se recomienda basar las comidas en una fórmula sencilla para obtener una amplia variedad de nutrientes en la dieta. Come para alimentar la mente y el cuerpo. Intenta hacer tres comidas de calidad y nutricionalmente densas al día.
Piensa: coloridas, equilibradas y satisfactorias. Cuando construyas tu plato, asegúrate de tener una buena fuente de proteína, acompañada de un carbohidrato enriquecedor de energía (granos enteros, camote, etc.), verduras coloridas (no sólo son geniales por los nutrientes tan necesarios, sino también para agregar volumen de calidad a tu comida) y una fuente saludable de grasas (aguacate, nueces, aceites ricos en omega, etc.).
Hidrátate (más de lo que crees)
Ya sabes que beber agua es importante para la salud, pero una hidratación adecuada afecta a los objetivos de peso más de lo que crees. El cuerpo a menudo confunde el hambre con una necesidad de hidratación, así que si estás por detrás de tu objetivo de agua para el día y atrapas un antojo, asegúrate de beber un poco de agua antes de alcanzar la comida.
En otras palabras, la deshidratación puede ser responsable de muchos síntomas, pero uno de ellos es el hambre o los antojos cuando el cuerpo en realidad no necesita ni quiere comida.
Come con conciencia
El peso y la salud en general no sólo dependen de lo que comas, sino también de cómo lo hagas. Si comes todas tus frutas y verduras pero sigues almorzando en tu escritorio o comiendo sobre la marcha, te estás perdiendo una pieza importante del rompecabezas.
Ante todo, disfruta comiendo. La alimentación consciente nos permite estar más en sintonía con nuestro cuerpo y saber cuándo hemos comido lo que necesitamos. Comer sin pensar ocurre cuando estamos distraídos, y puede llevarnos a comer en exceso. Cuando comemos sin pensar, somos incapaces de sentir realmente cuándo estamos saciados, lo que puede llevarnos a comer en exceso.
Encuentra formas ocultas de moverte
No sé quién necesita oír esto, pero hay muchas formas de hacer ejercicio y ponerte en forma que no implican una sesión de levantamiento de pesas de dos horas o un entrenamiento HIIT intenso.
Se sugiere aparcar más lejos de la entrada, subir por las escaleras en lugar de coger el ascensor o, si es posible, coger la próxima conferencia telefónica de pie o andando. En general, añade a tu vida más movimiento no relacionado con el ejercicio. Pasea a tu perro más a menudo, ponte de pie mientras trabajas, intenta cultivar un huerto si tienes jardín, limpia más tu casa, camina por todos los sitios que puedas, baila mientras cocinas o te preparas, estírate mientras ves la televisión y sal al exterior para atender las conferencias telefónicas.
Estresarte menos
Sí, el estrés por el aumento de peso es peor para tu cuerpo que el propio aumento de peso. Parece un ciclo injusto que el estrés sobre nuestro cuerpo pueda impedirnos perder peso, pero también es un recordatorio importante de que la forma en que nos sentimos emocionalmente es más importante para nuestra salud que lo que comemos y cómo nos movemos. Y no sólo el estrés por la apariencia, sino el estrés crónico en general -ya sea por el trabajo, las relaciones o qué cenar- puede afectar al peso.
Las hormonas del estrés causan estragos en nuestro organismo, sobre todo en el funcionamiento inmunitario y metabólico. Cuida tu mente. Tómate el tiempo para reflexionar y liberar al final de cada día mientras te das el tiempo para desconectar aunque sólo sea por unos minutos.
Prioriza el sueño
Malas noticias para los que nos quedamos despiertas hasta muy tarde dándonos un atracón de Netflix: Dormir bien es crucial para mantener un peso saludable. No subestimes el poder del sueño de calidad. Encuentra tu mejor rutina para garantizar una higiene del sueño buena y constante. No dormir entre siete y nueve horas de calidad por noche puede hacer que comas más de lo que tu cuerpo necesita, porque el organismo libera hormonas del hambre cuando no duerme lo suficiente. La falta de sueño también puede afectar a la forma en que el cuerpo almacena la grasa, lo que puede dificultar el mantenimiento de un peso saludable. Renueva tu rutina nocturna para conciliar el sueño más rápidamente y asegúrate de dormir siempre al menos siete horas.