¿Alguna vez has mirado a tu alrededor y te has comparado con otras parejas guapas y felices y te has preguntado cómo tener una relación de pareja sana? Por supuesto, no existe la relación perfecta; cada pareja tiene sus retos, y sin embargo es cierto que algunas relaciones florecen mientras que otras se quedan por el camino. Pero, ¿cuáles son sus secretos? Lo cierto es que la felicidad en una relación no se produce por casualidad. De hecho, las parejas más sanas y felices trabajan sabiamente para construir y mantener su amor.

Cómo tener una relación de pareja sana

Para ayudarte a evitar el juego de las comparaciones a partir de ahora (porque eso nunca lleva a ningún sitio bueno), te desglosamos varios hábitos de pareja que practican las parejas felices para aprender cómo tener una relación de pareja sana.

Expresa aprecio a diario

Las relaciones sanas se basan en un patrón de expresión positiva, intimidad y conexión. Las parejas sanas intentan reconocerse y agradecerse a diario. No tiene por qué ser algo elaborado, pero sí sincero. Por ejemplo, puedes dejarle una nota a tu pareja expresándole tu gratitud, enviarle un mensaje de texto dulce para hacerle saber que piensas en él o hacer un acto de servicio que sabes que apreciará. Como humanos, todos necesitamos ser validados por nuestras parejas, por lo que expresar gratitud con regularidad puede marcar la diferencia.

Pelea justamente

Una relación que tiene desacuerdos regulares no es necesariamente una relación enfermiza. Todas las parejas discrepan, discuten y se enfrentan a retos, pero lo que importa es cómo los afrontan. Cuando se discute con la pareja, la lucha justa es mucho más productiva que la alternativa. En su lugar, proteja su relación luchando una pelea justa.

Pide lo que necesitas

Si alguna vez has dicho alguna de las siguientes afirmaciones, escucha con atención: «Si me quisieran de verdad, sabrían lo que necesito«, «No debería tener que pedírselo» y «Debería saber lo que han hecho mal«. Tu pareja no lee la mente. Su forma de ver el mundo es distinta, sus expectativas y sus experiencias son diferentes. Es tu trabajo comunicar tus pensamientos, necesidades y sentimientos. Y sí, a veces tendrás que hacerlo varias veces.

Habla el idioma del amor de tu pareja

Todos damos y recibimos amor a nuestra manera. No se trata de lo que está bien y lo que está mal. Se trata de lo que funciona para ti y para tu pareja. Sus necesidades serán probablemente diferentes, y eso es normal. Las parejas sanas son expertas en cómo sus compañeros dan y reciben amor porque tener esta conciencia ayuda a apoyar la reciprocidad, el afecto y la calidez en una relación.

Haced las tareas juntos

Pocas cosas crean tanto resentimiento como sentirse el ama de llaves de tu pareja. De hecho, la división de tareas es una de las principales quejas que llevan a las parejas a terapia. Las parejas con relaciones sanas tienen como prioridad hacer las tareas juntos. Puede que no les guste, pero lo hacen. Puede que uno de los dos odie fregar los platos, mientras que el otro odia hacer la cama. Discutid cómo podéis repartiros las tareas y poneos de acuerdo para hacerlas. Hacer esto juntos fomenta la confianza y la cercanía, y también ayuda a mantener a raya el resentimiento.

Sacad tiempo para acurrucarse

La comunicación es importante en las relaciones, pero a menudo se olvida lo efectivas y significativas que pueden ser las caricias. ¿Sabías que el contacto físico libera una hormona llamada oxitocina? La oxitocina se conoce como la «hormona del amor» porque desempeña un papel fundamental en la creación de lazos afectivos. También alivia el dolor emocional y físico, favorece la salud inmunológica y ayuda a profundizar en la intimidad. Las parejas sanas dan prioridad al afecto físico diario, por muy ocupados o cansados que estén.

Hablad de las cosas difíciles

Tenemos dos opciones cuando nos enfrentamos a temas difíciles en la relación: podemos evitarlos y esperar que desaparezcan por arte de magia, o podemos afrontarlos, practicar la autenticidad y lidiar con lo que ocurre. Cuando evitamos nuestros problemas, damos la oportunidad de que crezcan y se filtren de otras maneras. Las parejas sanas rara vez evitan los temas difíciles. En cambio, dedican tiempo a hablar de ellos y a buscar soluciones concretas. No siempre es fácil, pero es absolutamente necesario.

Cread límites

Rara vez verás relaciones sanas que carezcan de límites. Los límites son lo que marca el espacio entre donde acaba uno y empieza otra persona. Las parejas sanas hablan abiertamente de los límites del otro y los respetan como forma de asegurarse de que sus necesidades están cubiertas y de sentirse seguros en su relación.

Perdonad y seguid adelante

Las parejas en relaciones sanas reconocen que su relación funciona con el perdón. De hecho, no puede sobrevivir sin él. Aprender a disculparse sinceramente y a perdonar es crucial para una relación pacífica.

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