Piensa en una revisión de vida como una reevaluación. Es una oportunidad para hacer balance y tomarle el pulso a tu vida. La mejor manera de limpiar tu espacio es sacarlo todo y poner sólo lo que realmente quieres. Eso es exactamente lo que estamos haciendo al aprender cómo revaluar tu vida, pero no se trata sólo de tus cosas físicas.
Al ralentizar y observar nuestras vidas, podemos ver lo que debemos dejar ir y lo que, en última instancia, queremos acoger. El espacio entre nuestros sueños y la realidad se hace mucho más cercano.
Cómo revaluar tu vida
Vamos a repasar las áreas en las que te centrarás, además de consejos y trucos para asegurarte de que aprendas cómo revaluar tu vida.
Reflexiona
Aunque soy de las que se lanzan a hacer las cosas antes de saber cómo, estoy intentando romper ese hábito haciendo pausas intencionadas. Así que, aunque editar tu vida suena emocionante, la mejor manera de asegurarte de que obtienes lo que necesitas es tranquilizarte y pasar algún tiempo con tu diario.
¿No te gusta llevar un diario? Piénsalo así: Poner nuestros pensamientos en palabras les da una permanencia que no tienen las creencias que guardamos en la cabeza. Es como crear una hoja de ruta para uno mismo, y las personas que confían en sus páginas matutinas pueden dar fe de ello: Es una de las mejores formas de encontrar la claridad que tanto necesitas.
En tu diario, designa seis secciones diferentes en las que puedas reflexionar sobre las siguientes áreas de tu vida: Digital, hogar, finanzas, bienestar, salud mental y vida social. A partir de ahí, responde a las siguientes preguntas:
¿Qué quiero más en esta área de mi vida?, ¿Qué me resulta abrumador?, ¿Siento algún bloqueo que me impide alcanzar mis objetivos?, ¿Qué quiero más?, ¿Qué puedo liberar?, ¿Cómo sería sentir una mayor sensación de paz?
Acepta que éste será un proceso difícil
Antes de sumergirte, quiero que sepas que esta parte de la edición de tu vida puede llevar un tiempo. No hay un plazo fijo, pero debes asegurarte de no apresurar el proceso. Sé paciente y date tiempo. A menudo no nos damos suficiente crédito por lo difícil que puede ser desprenderse de objetos o decir adiós a relaciones que ya no nos sirven. Y enfrentarse cara a cara con la realidad de nuestra vida financiera puede ser una píldora difícil de tragar.
Lo mejor que puedes hacer es seguir adelante. Será difícil e incómodo, pero no hay nada más difícil que quedarse estancado.
Pasa a la acción
Una vez que hayas pasado suficiente tiempo reflexionando y escribiendo en tu diario, identifica el área de tu vida en la que quieres centrarte primero. Con las respuestas de tu diario como guía, tómate tu tiempo para cribar y ordenar todo lo que se relacione con esta parte de tu vida.
Si empiezas por tu vida digital, céntrate en tus dispositivos y tu presencia en Internet. Dedica tiempo a tu teléfono y tu ordenador para borrar mensajes antiguos, reevaluar los contactos y despejar la bandeja de entrada.
Date de baja de los correos electrónicos que te causan estrés y asegúrate de que no estás apuntado a suscripciones que ya no utilizas.
He terminado. ¿Y ahora qué?
Aunque a mí me gusta hacer una revisión de vida cada año, nada te impide hacerla tan a menudo como quieras. El propósito es darte cuenta de cuándo te sientes abrumada y apoyarte en una edición de tu vida para obtener una mayor claridad. Y sí, es increíble abrirte camino a través del proceso. Sin embargo, es importante recordar que se trata de un viaje continuo. El siempre evasivo concepto de equilibrio no es algo que debamos alcanzar y mantener en todo momento. Cada día conocemos a gente nueva, nos fijamos nuevos objetivos y recibimos nuevos objetos en nuestras vidas. Al considerar la edición de vida como una práctica perenne, puedes confiar en que tienes lo que necesitas para crear la vida que deseas.