Es importante reducir el impacto ambiental ahora en lo que compramos. La industria de la moda contribuye con alrededor del 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, que es más que las industrias de la aviación y el transporte marítimo combinadas. También está agotando valiosos recursos ambientales: La industria produce alrededor del 20% de las aguas residuales mundiales y, lo que es peor, el 85% de los textiles terminan en vertederos o se incineran.

La industria de la moda claramente necesita un cambio a gran escala, por lo que tratar de marcar la diferencia con tus compras individuales puede resultar desalentador. Pero a través de tus decisiones de compra diarias, los consumidores pueden enviar mensajes poderosos a las grandes corporaciones y crear una demanda de productos más sostenibles. Si estás buscando reducir el desperdicio en una industria que ya es derrochadora, aquí hay seis formas de comenzar:

Reducir el impacto ambiental mientras compras

reducir el impacto ambiental

Elige materiales de menor impacto

El algodón y el poliéster, dos materiales con un alto impacto ambiental, dominan la industria de la moda. La producción de algodón se basa en pesticidas y fertilizantes que generan óxido nitroso (N2O), un gas de efecto invernadero con mayor potencial de calentamiento que el metano y el dióxido de carbono. También requiere grandes cantidades de agua. De hecho, una sola camiseta de algodón puede requerir hasta 2700 litros (713 galones) de agua para producirse.

Mientras tanto, el poliéster tiene una huella de carbono masiva. La producción de poliéster para textiles liberó alrededor de 706 mil millones de kilogramos de gases de efecto invernadero en 2015, el equivalente a 185 emisiones anuales de centrales eléctricas de carbón, según el Instituto de Recursos Mundiales. Además de eso, el poliéster genera microplásticos (pequeñas piezas de plástico que contaminan el medio ambiente) cada vez que lo lavas. Se estima que medio millón de toneladas de estas microfibras terminan en nuestros océanos cada año.

En lugar de algodón y poliéster, elige materiales naturales de menor impacto, como lana, lino y lyocell (que está hecho de pulpa de madera).

Compra menos y recicla más

Se proyecta que la producción de moda aumente un 81% para 2030, y la única forma de mover la aguja es cambiar el modelo de consumo excesivo. Esto puede ser tan simple como invertir en piezas que usarás durante años y mantenerte alejada de cualquier compra centrada en las tendencias. También puede significar reparar y reutilizar los elementos que ya usaste para que duren más. Si no eres hábil con la aguja y el hilo, es tu oportunidad de ayudar a un sastre local.

Compra de segunda mano y vintage

Si aún deseas agregar algún artículo ocasional a tu guardarropa, comprar artículos de segunda mano y vintage puede reducir la huella de carbono de una prenda en aproximadamente un 82%. Comprar usados ​​es una opción cada vez más popular y conveniente. En 2019, la ropa de segunda mano se expandió 21 veces más rápido que la ropa convencional.

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Investiga las prácticas laborales de las marcas

Los fabricantes de moda a menudo emplean mano de obra barata para reducir los costos de producción, y dependen de unos 40 millones de trabajadores de la confección con salarios bajos en países del sudeste asiático y Europa, la mayoría de los cuales son mujeres.

Muchos se ven obligados a trabajar muchas horas en entornos inseguros. Por ejemplo, en 2013, un edificio de ocho pisos que albergaba varias fábricas de ropa se derrumbó en Bangladesh, el segundo fabricante de ropa más grande del mundo. Más de 1.000 trabajadores murieron y más de 2.500 resultaron heridos. Asimismo, los trabajadores de las curtidurías corren un mayor riesgo de contraer enfermedades respiratorias y de la piel como resultado de la exposición repetida a sustancias químicas peligrosas sin el equipo de seguridad adecuado. Debido a los enormes desequilibrios de poder, estos trabajadores prácticamente no tienen ningún recurso a la hora de negociar salarios, horarios o condiciones de seguridad.

Consulta los sitios web de las marcas para ver si enumeran públicamente la información de su cadena de suministro. También podrías considerar comunicarte en las redes sociales para preguntar sobre sus prácticas laborales. Esto no solo podría iniciar una conversación, sino que también puede indicarle a la marca que los consumidores quieren transparencia en la cadena de suministro.

¿Conoces alguna otra forma de reducir el impacto ambiental a la hora de comprar ropa? ¡Cuéntanos cuál es!

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