¿Te propusiste metas de año nuevo? Para muchos de nosotros, el año nuevo presagia el cambio y nos brinda la oportunidad de comenzar una vez más. Es posible que hayas comenzado el año con nuevas y emocionantes metas y la determinación y el entusiasmo para hacerlas realidad. A menudo, en solo unas pocas semanas, la emoción se desvanece y tus planes cuidadosamente establecidos no salen exactamente como esperabas.
Ya sea que hayas planeado cuidar mejor tu salud o prometido comenzar a ahorrar más dinero, no poder lograr tus objetivos puede causar un golpe devastador a tu autoestima. Esto incluso puede evitar que vuelvas a intentarlo en el futuro.
¿Sabías que la mayoría de las personas renuncian a sus metas de Año Nuevo antes de finales de enero? Si te sientes desanimada, puede ser bueno saber que no estás sola. El fracaso no siempre es una señal de que debas rendirte, y ciertamente no es una razón para castigarte. De hecho, el fracaso puede ser una excelente oportunidad para conocer tus límites y sus fortalezas. Esto puede prepararte para el éxito en el futuro.
Cómo recuperarse si las metas de año nuevo fracasan
Si descubres que todavía te estás castigando por no lograr tus objetivos, concéntrate en desarrollar la compasión y la confianza.
1. Replantear el fracaso
Al cambiar tu perspectiva, puedes comenzar a ver el fracaso como un activo. Es una oportunidad para aprender, mejorar y posiblemente volver a intentarlo. Puedes reflexionar sobre dónde te equivocaste y recopilar información importante sobre tus límites y fortalezas.
No todo lo que valga la pena se logrará en el primer intento. Incluso cuando las cosas no salgan como quieres, puedes preguntar qué has aprendido sobre la situación y sobre ti misma. Además de eso, levantarse y volver a intentarlo es una señal de resiliencia. No lograr y volver a intentarlo es lo que genera resiliencia, en primer lugar.
2. Centrarse en el proceso
Las metas son el destino y el proceso hacia esas metas es el viaje. El viaje es donde aprendemos más sobre nosotros mismos. Cuando te enfocas en el proceso y no en el resultado final, te enfocas en todos los beneficios positivos de tus esfuerzos. Es probable que estés aprendiendo, creciendo y cambiando para mejorar, incluso si no alcanzas tu objetivo.
No tiene que tratarse del logro en sí. Hay mucho en el acto de llegar allí.
3. Reconoce tus fortalezas y debilidades
En este proceso de autoaprendizaje, es posible que descubras fortalezas sobre ti misma que no sabías que tenía. Puedes crear un nuevo plan que aproveche tus puntos fuertes y reconozca humildemente tus límites.
Explora diferentes formas de volver a encaminar tus metas de una manera compasiva. Si vale la pena alcanzar un objetivo, vale la pena intentarlo de nuevo. Reconoce el tiempo y el esfuerzo que dedicaste al proceso y cómo estas habilidades se pueden utilizar en otras áreas de tu vida.
4. Mira lo lejos que has llegado
A continuación, recuerda el progreso que has realizado. Incluso si no lo sientes, es probable que hayas dado algunos pasos hacia adelante.
Los pequeños pasos traen consigo un cambio duradero en la vida. Aunque alguien no haya logrado su objetivo previsto, habrá avanzado un poco y habrá aprendido más sobre sí mismo durante el proceso. Esta nueva información se puede aprovechar para trabajar hacia la felicidad y la satisfacción en sus vidas.
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5. Date algo de crédito
Finalmente, felicítate. Puedes pensar que no hay nada que valga la pena celebrar, pero saber que mereces una palmada en la espalda es un paso crucial.
Date algo de crédito
Finalmente, felicítate. Puedes pensar que no hay nada que valga la pena celebrar, pero saber que mereces una palmada en la espalda es un paso crucial.
6. Prepárate para el éxito
Durante este proceso, es posible que te des cuenta de que tus objetivos no están realmente alineados con lo que deseas. En este caso, está bien dejarlos ir. Si decides volver a intentarlo, hay pasos que puedes seguir para garantizar un mayor éxito la próxima vez.
Evalúa el proceso y ve si se puede cambiar o mejorar al implementar metas futuras. Planifica tu ruta y espera que haya algunos baches en el camino. Estas expectativas realistas pueden ayudarte a llegar hasta el final.
Si un objetivo es importante para nosotros, vale la pena invertir tiempo y esfuerzo en planificar un viaje realista para llegar allí. Tómate su tiempo y ten en cuenta que puede haber contratiempos. Después de todo, los reveses es donde ocurre el verdadero aprendizaje.