Durante años, sentí que nunca tenía nada que ponerme. Cada vez que iba de compras, volvía a casa convencida, pensando para mis adentros: «Esta es la prenda que hará que mi armario esté completo y cohesionado y que demuestre que domino mi estilo personal». Pero la verdad era que ninguna camisa, pantalón corto o falda podía resolver mis problemas por arte de magia, y eso era porque mi armario estaba desordenado. Claro que me encantaba la variedad, y a todos nos gusta. Siempre es bueno aprender cómo descubrir tu estilo personal en simples pasos para que exista más armonia
Encontrar mi estilo personal me llevó muchos años de ensayo y error, sobre todo errores, y años para descubrir lo que realmente me gustaba. Sin embargo, ahora que estoy en el otro lado, puedo decir con confianza: Tengo un armario lleno de ropa que combina y que me encanta.
Cómo descubrir tu estilo personal en simples pasos
Tú también puedes aprender cómo descubrir tu estilo personal en simples pasos, sólo tienes que poner en práctica estos consejos para dominarlo.
Pasa un día mirando ropa, pero no compres nada
Aunque un día de compras siempre es divertido, no siempre es productivo para encontrar tu estilo. Hay multitudes y largas colas en los probadores, y a veces el caos puede hacer que cojas cosas que en realidad no te gustan.
En lugar de eso, dedica un día a mirar ropa, no a comprarla. Resérvate un día y comprométete a no pasar la tarjeta de crédito, sino a pasar un día sin presiones para conocer mejor lo que te gusta. Haz una lista de aquello con lo que te sientas mejor, luego vete a casa, piensa en ello y elabora una estrategia sobre qué piezas quieres añadir realmente a tu armario.
Utiliza Pinterest como tablero de ideas
¿Una herramienta que no deberías desaprovechar para encontrar tu estilo personal? Los tableros de Pinterest. Cuando empecé a utilizar la aplicación para inspirarme, pensé: Sólo voy a pinear looks que realmente me gusten. Al principio, los looks que pineaba eran muy dispares. Tener diferentes imágenes de conjuntos que me llamaban la atención en un solo lugar me permitía echar un vistazo al conjunto y analizar las similitudes entre los diferentes looks.
Sal de tu zona de confort
Cuando encuentres tu estilo personal, es importante que recuerdes que la ropa y la moda tienen que ser divertidas. Tienes la posibilidad de jugar y probar cosas nuevas. Si pruebas algo que no te gusta, no pasa nada; estás un paso más cerca de encontrar lo que sí te gusta.
Empieza despacio y evalúa la ropa que llevas a diario
Cuando por fin empecé a dar con la estética a la que quería aspirar, sentí el impulso de llenar varias cajas y donar inmediatamente todo lo que no encajaba con esa estética. Pero recuerda: Despacio y con constancia se gana la carrera.
A lo largo de unos meses, compra piezas estratégicamente. Invierte en prendas de calidad que puedas llevar durante años, independientemente de las tendencias que vayan y vengan. A medida que tu estilo evoluciona, también es importante reevaluar las prendas que tienes actualmente en tu arsenal.
Imita los looks de las personas cuya moda adoras
A la hora de reevaluar tu estilo, recurre a las personas cuya moda sabes que te encanta. Tómate tu tiempo para mirar sus Instagrams y pensar en conjuntos suyos que puedas imitar con prendas que ya tengas. Puedes inspirarte en outfits que quizá no se te habrían ocurrido por tu cuenta, e incluso podrías descubrir que ya tienes piezas que te encantan, solo que no las has estado peinando de maneras que encajen con tu estilo.
Limpia tu armario con regularidad
¿La forma más fácil de sentir que no tienes nada que ponerte? Tener el armario lleno de prendas que no te sientan bien, que están fuera de temporada o que no te gustan. Si sacas una prenda que al final no te pones porque no te gusta o está manchada, no sirve de nada volver a meterla en el armario. En lugar de dejar que tu armario se descontrole y esperar a purgarlo un par de veces al año, límpialo regularmente.
Recurre a un sastre cuando sea necesario
En un mundo de ensueño, todo lo que compramos se ajustaría automáticamente a nuestro cuerpo como un guante, pero por desgracia no suele ser así. Si tienes una prenda que te encanta, pero el ajuste te impide llevarla, llévala a un sastre para que te arregle lo que no te gusta. Lo más probable es que te guste aún más cuando te quede bien. Esto también se aplica a las prendas nuevas.