Si bien es normal sentirse nervioso por un evento importante o un cambio en la vida, en realidad, millones y millones de personas viven con un trastorno de ansiedad, que es más que la preocupación o el miedo ocasionales.
Es posible controlar la ansiedad; aunque no es fácil. Los trastornos de ansiedad pueden variar desde un trastorno de ansiedad generalizada, que es una preocupación intensa que no puedes controlar, hasta un trastorno de pánico: episodios repentinos de miedo, junto con palpitaciones, temblores, temblores o sudoración.
Para aquellos con un trastorno de ansiedad, es importante buscar estrategias que puedan ayudar a controlar o reducir la ansiedad a largo plazo; incluso puedes tener en cuenta la idea de buscar una Red de psicólogos online que te puedan proveer terapia de conversación o los medicamentos.
Pero todos pueden beneficiarse de otras formas de reducir el estrés y la ansiedad con cambios en el estilo de vida, como comer una dieta bien balanceada, limitar el consumo de alcohol y la cafeína, y tomar tiempo para ti.
Cómo controlar la ansiedad
Además, hay pasos que puede tomar en el momento en que la ansiedad comienza a afianzarse. Prueba estas sugerencias respaldadas por expertos para relajar tu mente y ayudarte a recuperar el control de tus pensamientos.
Mantente en el presente
La ansiedad es un estado mental orientado hacia el futuro. Entonces, en lugar de preocuparte por lo que va a suceder, apóyate en el presente.
Pregúntate a ti mismo: ¿Qué está pasando ahora? ¿Estoy a salvo? ¿Hay algo que necesito hacer ahora? Si no es así, haz una «cita» para hablar contigo más tarde en el día para revisar tus preocupaciones para que esos escenarios lejanos no resulten abrumadores y puedas resolver las cosas en su tiempo debido.
Etiqueta lo que te sucede
Me explico: Los ataques de pánico a menudo pueden hacerte sentir como si estuvieras muriendo o teniendo un ataque al corazón.
Verifica constantemente tus pensamientos
Las personas con ansiedad a menudo se fijan en los peores escenarios. Para combatir estas preocupaciones, piensa en lo realistas que son. Digamos que estás nervioso por una gran presentación en el trabajo. En lugar de pensar, “voy a arruinarlo todo”, por ejemplo, di: “Estoy nervioso, pero estoy preparado. Algunas cosas irán bien y otras no«.
Entrar en un patrón de repensar tus miedos ayuda a entrenar a tu cerebro a encontrar una manera racional de lidiar con tus pensamientos ansiosos.
Inhala y exhala
La respiración profunda te ayuda a calmarte. Si bien es posible que hayas escuchado sobre ejercicios de respiración específicos, no tienes que preocuparte por contar un cierto número de respiraciones. En su lugar, solo enfócate en inhalar y exhalar de manera uniforme. Esto ayudará a disminuir la velocidad y volver a centrar su mente.
Sigue la regla 3-3-3-
Mira a tu alrededor y nombra tres cosas que ves. Luego, nombra tres sonidos que escuches. Finalmente, mueva tres partes de tu cuerpo: el tobillo, los dedos o el brazo. Cuando sientas que tu cerebro va a 100 millas por hora, este truco mental puede ayudarte a centrar tu mente, devolviéndote al momento presente.
Simplemente haz algo
Ponte de pie, camina, tira un pedazo de basura de tu escritorio, cualquier acción que interrumpa tu línea de pensamiento te ayudará a recuperar la sensación de control.
Párate derecho
Cuando estamos ansiosos, protegemos la parte superior de nuestro cuerpo, donde se encuentran nuestro corazón y nuestros pulmones, encorvandose.
Para un antídoto físico inmediato a esta reacción natural, tira de los hombros hacia atrás, párate o siéntate con los pies separados y abre el pecho. Esto ayuda a que tu cuerpo comience a sentir que está de nuevo en control.
Aleja el azúcar todo lo que puedas
Puede ser tentador comer algo dulce cuando estás estresado, pero esa barra de chocolate puede hacer más daño que bien, ya que las investigaciones demuestran que comer demasiado azúcar puede empeorar los sentimientos de ansiedad.
En lugar de alcanzar el tazón de dulces, bebe un vaso de agua o come proteínas, lo que te proporcionará una energía lenta que tu cuerpo puede usar para recuperarse.
Pide una segunda opinión.
Llama o envía un mensaje de texto a un amigo o familiar y repasa tus preocupaciones con ellos. Decirlos en voz alta a otra persona puede ayudarte a verlos claramente por lo que son.
También puede ayudar a escribir sus temores en papel.
Mira un vídeo divertido
Esta táctica final puede ser la más fácil hasta ahora: busca vídeos de tu comediante favorito o un programa de televisión divertido. La risa es una buena receta para una mente ansiosa. La investigación muestra que la risa tiene muchos beneficios para nuestra salud mental y bienestar.