Seguro que has oído hablar de palabras de moda como domingos de autocuidado y afirmaciones positivas, pero ¿has oído hablar de «bienestar financiero«? Hay una forma diferente de autocuidado, y podría cambiar tu vida. En pocas palabras, el bienestar financiero es exactamente lo que parece: finanzas sanas. Te sientes preparada para afrontar cualquier crisis financiera, controlas el pago de las deudas, sabes lo que entra y lo que sale, y no te sientes estresada por tu situación financiera (independientemente de tus ingresos). Pero cómo conseguir el bienestar financiero.
El bienestar financiero reconoce que el dinero no es un destino final (es decir, el objetivo final no es sólo ganar mucho dinero), sino que el dinero es una herramienta que utilizamos para vivir nuestra vida más feliz, más sana y mejor posible.
Cómo conseguir el bienestar financiero
Veamos lo que puedes hacer para aprender cómo conseguir el bienestar financiero.
Edúcate
Gran parte del estrés financiero proviene de la falta de educación. ¿Qué diablos son todos estos tipos de cuentas, cómo pago la deuda y qué puedo «permitirme» realmente? El simple hecho de educarte puede quitarte mucho estrés, ayudarte a hacer crecer su dinero y averiguar lo que se merece.
Invierte en ti misma
Hemos hablado de gastar dinero, pero el dinero también se puede invertir. Del mismo modo que inviertes dinero en acciones para obtener con el tiempo más de lo que invertiste originalmente, también puedes invertir dinero en otras cosas: hazte socia del gimnasio, compra ese curso online o compra alimentos ecológicos.
Otro consejo de bienestar financiero: Cuanto más dinero inviertas en algo, más probabilidades tendrás de mantenerlo como hábito. Decide cuáles quieres que sean tus hábitos y luego invierte tu dinero en conseguirlos.
Haz un presupuesto basado en lo que te da felicidad
Piensa detenidamente en cómo quieres gastar la energía de tu vida. ¿Realmente te aporta alegría salir de copas con esa amiga con la que no te diviertes o comprarte ese top que nunca acabarás poniéndote? Gestionar tu dinero en función de lo que te da y lo que no te da alegría reducirá el estrés que supone gastar dinero en las vacaciones, los artículos y las experiencias que realmente te gustan.
Haz que el seguimiento de tu dinero forme parte de tu rutina
Si no compruebas regularmente los extractos de tus tarjetas de crédito, tu cuenta corriente y cualquier otra cuenta o tarjeta, tienes que hacerlo. Haz que revisar tus finanzas forme parte de tu rutina semanal.
Esto no sólo puede reducir el estrés añadido al identificar fraudes con tarjetas de crédito lo antes posible o saber si estás cerca de tu límite de crédito, sino que también serás más consciente de cómo se gasta tu dinero y te sentirás más en control de tus finanzas.
Automatiza el ahorro
La regla es pagar primero al pasado (deudas) y después al futuro (ahorros). Si tienes problemas para ahorrar dinero o quieres empezar a ahorrar para esas grandes compras de la vida que te harán feliz, intenta automatizarlo para no tener que pensar en ello.
Aunque sólo sean diez euros, configura un depósito automático o transfiérelo a una cuenta separada de cada nómina. Es algo así como fijarse metas cortas y fácilmente alcanzables para que sientas que te acercas a lo que más quieres en la vida, y también aporta claridad saber cuánto dinero puedes gastar en tus gastos y compras del día a día para seguir disfrutando del momento. La clave está en ahorrar lo que puedas, pero recuerda que el objetivo de ahorrar es poder gastarlo en algún momento. No olvides gastar en las cosas que realmente quieres.
Por qué es importante el bienestar financiero
Las finanzas son uno de los principales factores de estrés más comunes y (como muchos de nosotros sabemos muy bien) el estrés crónico puede afectar negativamente a nuestra salud y bienestar. La ansiedad financiera no sólo afecta a la cuenta bancaria o a los hábitos de gasto, sino que también puede extenderse a otras áreas de la vida (estrés por las grandes compras, evitar la atención sanitaria necesaria por miedo a la factura, afectar a las relaciones, etc.).
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Más allá del estrés que conlleva un mal bienestar financiero, un buen bienestar financiero es una herramienta que nos ayuda a vivir mejor; es saber cómo utilizar el dinero que tenemos para nuestro bienestar (y hacer crecer ese dinero para conseguir más bienestar). Piensa: conseguir lo que nos hace felices, ya sea crear un hogar, cuidar de una familia o vivir experiencias increíbles, así como gastar dinero en nuestra salud, ya sea la asistencia sanitaria necesaria, una suscripción al gimnasio o sesiones regulares de acupuntura.