Hace nada en acuatrolados hablábamos de los chockers, los clásicos de los 90′ que volvían. Hoy hablamos de otro boom de los 90′ que desde hace un par de años parece que han venido para quedarse.

Se trata de los mom jeans o, traducidos literalmente, vaqueros de mamá. No hace falta ser un experto para saber de lo que estamos hablando. Cuando miramos fotos de cuándo éramos pequeños siempre sale nuestra madre, nuestra tía, y la amiga con esos pantalones. ¿Sabéis de lo que estoy hablando verdad?

Me encanta «la política» de este pantalón. Te los pones y, no lo dices, pero gritas a los cuatro vientos: No, no espero que me queden divinos, pero sé que me quedan de escándalo.

Y es así. No son favorecedores, y no nos los ponemos con ese fin. Por eso ¿qué tienen estos pantalones? ¿Se podrían haber quedado en los 90?

Han vuelto, ¿es algo bueno?

De buenas a primeras pasó por mi mente: argh no, estos pantalones no. Pero pasa lo que pasa, tampoco nos gustaban las plataformas ni las gafas grandes y aquí estamos.

¿Entonces por qué nos gustan? Por qué, después de tantos años pitillo de talle bajo, por fin las mujeres volvemos a tener cintura.

No es ningún secreto que los pantalones pitillo parecen estar hechos para una pequeña minoría que les sienta de fábula. Para el resto de los mortales (me incluyo), son unos pantalones mediocres que ni fú ni fá. No favorecen en exceso.

A diferencia de los pitillo, los mom jeans han redescubierto que las mujeres tenemos cintura. Y que nos sienta bien enmarcarla con un bonito cinturón. No le temáis a la gran retahíla de botones, o a la cremallera infinita. Sientan bien, de verdad.

Además de definir más el cuerpo, nuestra barriguita y demás sobrantes, quedan bien resguardados en este pantalón. Otro punto a favor.

Ópticamente, al definir nuestra figura también conseguimos alargarla.

Bien, todo eso nos gusta, ¿verdad? Pero algo negativo tienen que tener, y es que no cualquier prenda casa con este pantalón.

Cómo combinarlo

Vamos a huir de los preconceptos y evitar el «si lleváis mom jeans huid de …» o de los «si tenéis forma de pera, reloj o flor de cerezo invertida evitad los mom jeans por que…».  Así que solamente os daré algunos consejillos por si no sabéis por donde empezar.

Camisetas o blusas metidas por dentro del pantalón

Eso es un acierto seguro, preferiblemente (muy preferiblemente) por dentro del pantalón.

Camisetas cortas o crop tops que queden por fuera pero sigamos remarcando la cintura

Cómo antes, lo importante es dejar libre la zona de la cintura, dejar que el pantalón haga su magia.

Jugar con capas: sobre-camisas, blazers o cárdigans

Jugar con capas siempre es un acierto. Y con los momentos jeans no podía ser menos.

Un cinturón siempre enmarcará más nuestra cintura

A ella no os la esperabais eh! Lo que antes sentaba bien ahora también lo hace. Esta norma no se cumple siempre al 100% pero encontré esta foto y no podía faltar hoy por aquí 🙂

Coger un pantalón de  nuestra talla

 

Esto es sugerencia mía, de todas las fotos que os he puesto esta chica, a mi parecer, es a la que menos le favorecen. Si hubiera cogido unos más estrechos de cintura que le quedarán donde deberían de quedar probablemente le quedaría mejor. Pero eh, que si ese es el «rollo-estilo» que ella buscaba chapó!

Los mom jeans de ahora

Han vuelto renovados, podemos encontrar un mom jean liso sin más, pero las grandes firmas de moda nos ofrecen algo más. Los podemos encontrar con combinaciones de diferentes tonos te tejido tejano, con aplicaciones, con los bajos sin hacer y descosidos, agujereados… Seguro que encuentras el tuyo!

¿Les daremos a estos pantalones una oportunidad?

¿prometen convertirse en los nuevos pitillo?

¿Serán nuestro nuevo básico?

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